El 31 de marzo de 2024, Hermine Schmidt, superviviente de un campo de concentración, fallece a la edad de 98 años. Fue bautizada como Testigo de Jehová en 1942 y detenida por la Gestapo en 1943. En 1944 fue deportada al campo de concentración de Stutthof, donde tuvo que presenciar atrocidades indescriptibles. En 1945, fue rescatada y liberada tras una evacuación forzosa a través del Mar Báltico.
Hermine dijo que no había nacido héroe, sino que había tenido que aprender a mantenerse firme. Su fe como Testigo de Jehová le dio el apoyo que necesitaba. A pesar de sus dolorosas experiencias, era una persona alegre, optimista y llena de vida. Describe sus experiencias en su autobiografía «Die gerettete Freude».
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