Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Saludo Inauguración Memorial Kz-Gedenkstätte Neuengamme

Como antiguo prisionero del campo de concentración de Neuengamme, me siento honrado haciéndoles llegar estas palabras en forma de saludo.

Habría preferido sin duda estar ahí en persona, pero el viaje desde el sur de Francia es demasiado agotador para el hombre de 91 años que yo soy.

Deseo agradecer al Sr. Garbe, director del Memorial, a la ciudad de Hamburgo y a la Asociación internacional del campo de concentración de Neuengamme que dieron su conformidad para que se colocará la placa; y también, en especial, a aquellos que nos ayudaron y nos sostuvieron benévolamente, la comunidad religiosa de los Testigos de Jehová asi como el director de los archivos históricos, Sr. Wrobel, quienes contribuyeron a hacer posible la inauguración de hoy.

Fui transferido de Sachsenhausen a Neuengamme en 1941, con un grupo de prisioneros judíos. A nuestra llegada, el comandante del campo gritó: «¡Échenlos con los Estudiantes de la Biblia, tienen el mismo Dios !»

La barraca, un bloque disciplinario, estaba de un limpio inmaculado, y fue ahí donde me encontré con los «Estudiantes de la Biblia», como se llamaban entonces los Testigos de Jehová. Estaban muy unidos. A causa de su fidelidad a su fe y su negativa a cualquier compromiso con el régimen, eran odiados, acosados y victimas de innumerables brutalidades. Se mostraban de una firmeza sin defecto rechazando, por motivo de su conciencia, participar en los trabajos que estuvieran ligados al esfuerzo de la guerra.

Sacudidos de todos lados en este océano de abominaciones, luchaban cada día por seguir conformándose a los principios divinos, por conservar el amor al prójimo y defender una ética humanista. Además compartían con otros sus conocimientos bíblicos y su esperanza a pesar de las amenazas.

Su fuerza de convicción sostuvo mi corazón desfalleciente. Ellos fueron mi rayo de esperanza a lo largo de un camino de dolor que me llevó a Auschwitz, Buna et Buchenwald.

Nadie tiene el derecho de olvidar esa masacre de varios millones de inocentes de los que también hacen parte los « Estudiantes de la Biblia », esos Testigos de Jehová. Su historia muestra claramente que el amor puede acabar definitivamente con el odio.

¡Deseo que otros puedan encontrar ánimo en la certitud que la esperanza puede vencer el desespero !