(de soltera Arnold) Vino al mundo el 17 de Agosto de 1930, en un pueblo pequeño de Alsacia. A la edad de 3 años, sus padres se mudaron con ella, a la ciudad industrial de Mulhouse, Adolphe y Emma, y su perrita Zita.
Al igual que sus padres, fervientes creyentes , Simone desarrolló desde edad temprana una fe profunda y un aguzado sentido de la justicia. Aunque la profesión de Adolphe aseguraba a su familia un nivel de vida correcto, la pequeña Simone estaba de todos modos indignada por las desigualdades que veía a su alrededor, especialmente en el periodo navideño, cuando hasta el niño Jesús parecía hacer una diferencia entre ricos y pobres cuando les llevaba regalos. Adolphe y Emma muy temprano enseñaron a su hijita a escuchar la voz de su conciencia, aún a riesgo de ser considerada « diferente » o impopular.
Cuando Emma, la madre de Simone, empezó a estudiar los libros editados por los Bibelforscher (Los Estudiantes de la Biblia, como entonces se llamaban los Testigos de Jehová), Adolphe le prohibió en primera instancia hablar de sus nuevas creencias a su hijita quien por su parte se consumía por la curiosidad. Más tarde, sin embargo abrazó la fe de su esposa y los tres miembros de la familia se bautizaron como Testigos de Jehová. Mientras tanto, las tropas de Hitler afluían atravesando Europa, acarreando una estela de opresión y violencia. Alsacia se convirtió en el blanco privilegiado del programa nazi «Heim ins Reich» («vuelta al seno del imperio») que pretendía germanizar de nuevo esta tierra tantas veces disputada.
A causa de su fe y de su rechazo a doblegarse a ciertos decretos nazis que repelían a su conciencia, Simone y sus padres soportaron amenazas y coacciones. El padre de Simone, Adolphe, fue el primero de la familia arrestado, así como otros miembros masculinos de los Testigos de Jehová. A pesar de ello, Simone, de once años por aquel entonces, seguía determinada a seguir la voz de su conciencia. Por lo que se negó a hacer el saludo nazi o a cantar sus himnos, actos que ella consideraba como de adoración ofrecidos a un hombre. Vez tras vez reprendida, ridiculizada, echada de la escuela e incluso golpeada por los profesores que colaboraban con el régimen, Simone fue finalmente citada ante un juez de menores y encerrada en un correccional de Alemania. Durante casi dos años, fue sometida a trabajos agotadores con la prohibición total de hablar.
En el intervalo, sus dos padres habían sido internados en los campos. Ninguno de los tres pensaba ni sobrevivir, ni volver a reunirse algún día. Sin embargo, la guerra se terminó, y los tres miembros de la familia Arnold volvieron a su hogar donde consiguieron finalmente reconstruir sus vidas Simone emprendió una formación en la Escuela de Artes decorativos que ya había sido frecuentada por su padre. Luego, después de aprender inglés, se dirigió a los Estados Unidos para emprender clases bíblicas en la Escuela de Galaad de la Watchtower Society.
En 1956, se casó con Max Liebster. Los dos esposos consagraron su vida a su fe y a la enseñanza de la paz.