Los Danner, vivían en la calle Des Seigneurs Nº 3, en Basse Yutz, en Mosella (Francia). El padre, Jacques Danner (apodado Jacob) nació en 22 de Marzo de 1898 en Rohrbach y trabajó en hornos de fundición. Se casó con Augustine Rosine Hantz, nacida el 25 de Febrero de 1899. Una hija, Hélène, nacida el 19 de enero de 1922, fue la primera de los hijos del matrimonio y casi doce años después nació Ruth, la más joven de la familia, que nació el 09 de Diciembre de 1933. Mientras tanto, los Danner se habían hecho testigos de Jehová, conocidos en aquel tiempo como estudiantes de la Biblia (o Bibelforscher en países de habla alemana). Jacques trabajaba como carpintero para evitar así hacer guardias nocturnas y de esa manera poder atender sus reuniones semanales. Jaques y Rosine pasaron la mejor parte de sus vidas compartiendo su conocimiento basado en la Biblia con otras personas. Ellos fueron condenados al ostracismo donde vivían por llevar adelante sus actividades teocráticas en una región fervientemente Católica.
En 1941, la familia se enfrentó a una prueba más fuerte aún debido a la invasión alemana a Alsacia-Lorena. En aquella época, Hélène trabajaba en labores de limpieza de hogares y Ruth era estudiante. Hitler decidió que la región debía llegar a ser parte de la Volksgemeinschaft [comunidad de las personas] e impuso el saludo nazi como obligatorio en la región anexada. La pequeña Ruth, que ya se había enfrentado a tal situación debido a que no participaba en oraciones católicas publicas, rechazo categóricamente decir el saludo «Heil Hitler» en el colegio a pesar de ser golpeada y humillada. Su actitud atrajo la atención de la GESTAPO, lo que ocasionó largos y repetidos interrogatorios a los padres de Ruth, a ella se la podía encontrar frecuentemente sentada en el umbral de su casa cerrada por la GESTAPO, a la espera de sus padres.
El 28 de enero de 1943, toda la familia fue embarcada en un bus con ruta a la estación de tren de Metz desde donde serian deportadas a Polonia. Los agentes de la GESTAPO permitieron que los vecinos de los Danner saquearan las pertenencias y bienes de su casa «debido a que a donde van ya no las van a necesitar más.» Después de un viaje de tres días, Jacques, Augustine, Hélène y Ruth llegaron a Silesia de Arriba. Allí fueron encarcelados sucesivamente en los mismos campos de trabajos forzados: Kochlowitz, Schwientochlowitz, Wolfsdorf y Frankenstein. Cuando Jacques fue enviado solo al campo de Gutendorf, su esposa e hijas, que estaban sin tener noticias suyas, temían no volver a verle nunca más. Sin embargo, la separación afortunadamente fue de corta duración.
Las condiciones de vida en esos campos de concentración eran extremadamente estresantes debido a la promiscuidad, barracas infestadas de piojos y otros bichos y un pobre suministro de agua corriente. El trabajo era cruel, los hombres en las minas de cobre, las mujeres en la construcción. Niños e infantes de tan corta edad como tres años estaban en trabajos forzados. El cuidado de la salud era muy básico. Cuando la pequeña Ruth sufría de uñeros (debido al herpes) “la cura” era sacarle las uñas afectadas sin anestesia.
El 19 de Febrero de 1945, debido al avance del ejército rojo ruso, los prisioneros fueron evacuados y los hicieron marchar a pie hacia el oeste. La familia Danner, agotados, famélicos y cubiertos por el piojos y otros bichos, fueron finalmente liberados el 5 de Mayo de 1945 después de una marcha caótica de 245-kilómetros que duro varias semanas. A su llegada a Basse Yutz, su antiguo propietario hizo los arreglos necesarios para que pudieran ocupar su antigua vivienda que había sido alcanzada por una explosión. Incluso alguno de sus vecinos regresaron los bienes que se habían llevado de su casa.
Para poder subsistir, Jacques consiguió un trabajo construyendo puentes y posteriormente trabajo como herrero. Agradecido por haber sobrevivido, tanto los padres como las hijas se dedicaron principalmente a su labor de evangelización, a tiempo completo en Lorena. Luego, Ruth se unió a la CETJAD (siglas en Frances para el Círculo Europeo de Testigos de Jehová Deportados) donde llego a ser su Presidenta. Jacques Danner falleció en 1978, a la edad de 80 años y su esposa, Augustine, falleció diez años después, en 1988, a la edad de 89 años.