Max Liebster es reconocido ciudadano honorífico en su municipio natal. Reportaje del diario « Bergsträsser Anzeiger » del 20 de noviembre 2004 (extractos).
El nuevo ciudadano honorífico de Lautertal, Max Liebster (tercero a partir de la izquierda) acompañado por, de izquierda a derecha, el alcalde, Jürgen Kaltwasser, la esposa de Max, Simone Arnold-Liebster y la presidenta de la mancomunidad de municipios, Heidi Adam.
Lautertal. « Esta distinción se confiere a un hombre que la merece » afirmó Heidi Adam ante la atestada sala del pleno del ayuntamiento de Reichenbach. La presidenta de la mancomunidad de municipio solo había inscrito un punto en el orden del día: la entrega solemne de la ciudadanía honorífica a Max Liebster – humanista, testigo ocular del Holocausto e hijo del país : « Hoy aún, me siento un Reichenbacher completo », declaró Max. (…)
Ante una platea repleta de amigos, de anfitriones de honor y de personas venidas a felicitar a Max Liebster, el alcalde, Jürgen Kaltwasser, concedió la distinción al Lautertaler que contribuyó de manera esencial a dar luz sobre los mecanismos de persecución instituidos por los Nazis. Subrayó que la vida de Max estaba orientada hacia la reconciliación. (…) « Ha venido con un espíritu de reconciliación, no de acusación, » a dicho J. Kaltwasser, impresionado por este hombre que irradia bondad y esperanza a pesar de su pasado doloroso. (…)
El discurso de agradecimiento de Max Liebster a sido un alegato a favor de la esperanza y el amor al prójimo arraigados en la fe profunda de este hombre de 89 años. Conocer a los Testigos de Jehová (estigmatizados en los campos de concentración por un triángulo púrpura) influenció la vida y la reflexión de Max Liebster, impresionado por la determinación de estos hombres y su rechazo absoluto de la ideología nazi. « Su hermoso ejemplo orientó mi vida », precisó (…)
Su libro autobiográfico, Un crisol de terror, así como los recuerdos que su esposa relata en la obra Sola ante el León, contribuyen a subsanar ciertas lagunas de los estudios históricos sobre el Holocausto.
« Los Testigos de Jehová son un grupo de victimas desatendidas por los libros de Historia. Las criticas de las que esta comunidad religiosa es objeto perturban la objetividad de visión sobre el pasado », declaró en su discurso solemne Hans Hesse, un historiador originario de Colonia. Hesse subrayó el trabajo de envergadura internacional emprendido por Max Liebster – la promoción de la paz y de los valores humanitarios – una misión indisociablemente ligada a lo que vivió en la época nazi (…)
Para Uwes Klages, el presidente de la fundación Arnold-Liebster, una conciencia responsable se forma principalmente gracias a un buen discernimiento del contexto histórico y de los valores propios de la fe. « La paz supone el amor para todos los humanos. Y para Max, es justamente este amor aquello en lo que pone todo su empeño.»
Uwe Klages subrayó que la distinción conferida honoraba también la actividad de la fundación y divulgaba mundialmente el buen nombre de Lautertal, municipio desde ahora en adelante asociado al compromiso de Max Liebster.
La ceremonia acabó con al firma, de Max Liebster, en el libro de oro del municipio.
El nuevo ciudadano honorífico, Max Liebster, firma el libro de oro. Los presentes en este momento solemne, de izquierda a derecha: Heidi Adam, Josef Weitzel (Alcalde Honorario), Jürgen Kaltwasser, Horst Steimann (Primer ciudadano honorífico de la ciudad)
Acompañados de magnificas piezas musicales interpretadas por Irith Gabriely, la « reine de Kletzmer », acompañada por el acordeón de Martin Wagner, Heidi Adam y Jürgen Kalwasser ofrecieron otro regalo al homenajeado: una vista de la « Felsenmeer » (« la mar de rocas ») que había sido el lugar preferido de juegos de Max Liebster en su infancia. (…)
« A parte de sus Memorias, es una real capacidad de escucha y un tono tranquilizador lo que distingue a este nativo de Reichenbach y justifican el otorgamiento de la ciudadanía honorífica » a subrayado el historiador Hans Hesse, añadiendo: « El mensaje de Max Liebster es hoy más necesario que nunca. »