Hermann Schmidt nació el 14 de Julio de 1898, tres meses antes de nacer su esposa, Frieda. Tenían un pequeño negocio en Schriebendorf, una pequeña ciudad cercana a Brieg en Silesia, Alemania. En la actualidad se le conoce por Miedzylesie-zamek y está ubicado en el suroeste de Polonia, cerca de la frontera checa. Eran personas respetadas y apreciadas. La pareja y sus dos hijos trabajaban en su jardín-mercado con sus invernaderos y víveros temporales.
Se bautizaron en diferente año, Frieda Schmidt en 1929 y Hermann en 1930.Se les llamaba «Bibelforscher» (Estudiante de la Biblia), así se conocía a los Testigos de Jehová en todo el mundo en ese tiempo. Poco tiempo después de que los nacionalsocialistas asumieron el poder en Alemania, se proscribió a los Testigos de Jehová, todas sus actividades relacionadas se declararon ilegales. El estudio de la Biblia y materiales religiosos estaban disponibles clandestinamente.
Frieda y Hermann tenían una actitud abnegada por no decir más y debido a esto podían efectuar estas actividades en secreto. En 1935 Hermann fue arrestado y sentenciado a 20 días de cárcel y una multa. Sin embargo, esto no fue nada en comparación con el boicoteo de su negocio. Una noche en el portón de enfrente le dejaron un mensaje con grandes letras pintado que decía: “Schmidt es un traidor y un enemigo público para este país, las mercancías compradas por él es un delito castigado por ley”.
En 1936 él fue arrestado mientras estaba junto a su esposa, participando con entusiasmo en la distribución de una resolución que desenmascaró públicamente al trato cruel que recibían los Testigos de Jehová por el régimen de Hitler; condenado a dos años de cárcel en Ols prisión en Silesia. Tras su liberación, fue condenado una vez más y fue sentenciado a tres años más en la penitenciaría de Celle. Cumplió su condena haciendo trabajos forzados tras esto le presentaron una declaración de renuncia a su fe, como Testigo de Jehová, debido a su lealtad, se negó a firmar. Como resultado, fue enviado al campo de concentración de Moorlager Esterwegen-Papenburg. Mantenerse vivo era difícil. A veces logró sobrevivir comiendo de la comida para los conejos pero apenas alivió el dolor causado por el hambre.
Mientras él estuvo detenido; mantener el negocio y alimentarse les resultaba difícil para Frieda y los niños. La II Guerra Mundial estaba en pleno apogeo, poco después, a ella la arrestaron también y fue sentenciada a dos años de prisión. Tras su liberación en 1943, fue transferida al campo de concentración de Ravensbrück donde conoció a otras Testigos de Jehová. Este grupo de mujeres fueron enviadas a Prutting en Rosenheim, Baviera, para cocinar para los nazis en la extensa propiedad de Himmler. Los nazis no podían confiar en otros grupos religiosos para un trabajo así por el temor de ser envenenados. Frieda estuvo presa hasta que terminó la guerra. Después la familia se reunió y regresó a su hogar.
Al establecerse las nuevas fronteras, los Schmidts quedaron bajo el gobierno comunista de Alemania oriental, donde los Testigos de Jehová estaban proscritos también. En febrero de 1953, Hermann Schmidt fue despedido de su trabajo en el departamento de Mantenimiento y Diseño de jardines de la ciudad. Fue arrestado y lo acusaron de belicista, instigador de boicoteos, de poner en peligro la paz y la difusión de rumores degradantes. El 2 de febrero de 1953, el tribunal superior en Chemnitz lo sentenció a diez años de trabajos forzados. Fue encarcelado en la cárcel de Waldheim y luego en Torgau. Después de cuatro años, su salud empeoró y salió en libertad sin haber cumplido totalmente su condena.
Después de recobrarse, Hermann salió de Alemania oriental y se estableció en Emmendingen con su familia y al final se quedaron en Waldkirchen en la Selva Negra. Sus hijos estuvieron activos en la predicación de los Testigos de Jehová en Alemania oriental y también escaparon a la Alemania occidental. Hermann Schmidt en total fue encarcelado durante doce años bajo el poder de dos dictaduras.
Véase también : Georg y Hanna Schmidt (sus hijos)